Una buena salsa de tomate casera arregla cualquier plato de pasta, carne e incluso unas tostadas. ¿Nuestra propuesta? Fuego lento, un toque de albahaca y muuuucha paciencia. Esperamos que os guste 😉

PASO 1
Salteamos un diente de ajo machacado y unas hojas de albahaca en aceite de oliva. Si os gusta un toque picante, le podéis añadir un rama de pimienta de Cayena.
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PASO 2
Cuando esté el ajo dorado por las dos caras, le añadimos los tomates, el azúcar moreno y dos cucharaditas de sal. Bajamos el fuego y dejamos que lentamente reduzca durante 45 minutos aprox.
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PASO 3
Poco a poco el tomate empezará a reducir. Remover de vez en cuando para que no se pegue. Es el momento de probar por si falta sal, pimienta o azúcar (en el caso que todavía esté un poco ácida).
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ACABADO

Ya está lista para acompañar un buen plato de pasta, carne, pescado o unas simples tostadas con virutas de queso Parmesano. En caso de querer guardarla para otro día, recomendamos congelarla por raciones. ¡A disfrutar!